Entonces alguien debe reflexionar y ayudar primeramente al binomio paciente (y familia)-médico (equipo asistencial).
Y a partir de allí tomarán nota los mismos servicios asistenciales para incluir indefectiblemente la reflexión, la deliberación, la sugerencia, cosas que antiguamente el médico podía resolver porque las traía desde la Facultad.
Lo cual es un llamado a que la currícula universitaria incluya las bases para tales habilidades. Pues los pacientes son como es la "universidad de la vida cotidiana" donde les ha tocado existir por lo que constituyen un nuevo desafío cada vez (esto siempre fue así).
El Bioderecho es un participante necesario en la consideración de las nuevas problemáticas. Las Facultades de Derecho también deben "aggiornarse".