Aparece la necesidad, de un profesional asistente o de los integrantes de un equipo asistencial, de recibir acompañamiento para analizar la situación de un paciente que se volvió difícil (en la comunicación del diagnóstico, en los requerimientos terapéuticos, en la disyuntiva de procedimientos, etc.) y para iluminar el propio proceso de decisorio, y entonces el profesional y en caso cada profesional del equipo en su espacio de la historia clínica asentará su parecer y su firma.